Las campañas coloniales, las guerras civiles, los sacrificios revolucionarios, los desastres de Marruecos, la baja política y las luchas sociales había llegado a producir ne le alma nacional como un cansancio de vejez. De su fondo surgían ansias de paz y deseos de orden. Lo mismo le daba un régiemn que otro. Ninguno tenía legiones, ni héroes, ni mártires, porque la masa neutra predominante carecía de fe, la fe que mueve las montañas, según el Evangelio. Lo que quería era paz y orden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario