miércoles, 4 de agosto de 2010

La pequeña historia de España. (20)


Sin el asesinato de Layret, Companys no hubiera salido del anonimato. Sus devaneos políticos necesitarían el hilo de Ariadna para desenredarlas. Nació políticamente en la "Escolar Republicana", con un matiz castelarista. Con el reformismo de Melquiades Álvarez hizo una excursión por el mar muerto de la Monarquía. Arrumbó a la playa del Partido Radical, donde no pudo asegurar las anclas. Más tarde, ese mismo partido le regaló un acta de concejal en el Ayuntamiento de Barcelona. Se acogió después a las mesnadas de Marcelino Domingo. Luego fue pasante en el bufete de Layret. Cuando éste sucumbió asesinado por el terrorismo, Companys no pudo heredar su talento ni su bufete, pero heredó su acta de diputado a Cortes. El distrito de Sabadell, que el finado representaba, necesitó un mandatario y eligió a Companys. Desde entonces Companys se ha titulado federal y catalanista de los de "desde el vientre de su madre".
No lograba salir de penas. Quiero decir que ni de concejal, ni de diputado, ni de periodista, ni de abogado conseguía destacarse con personalidad. No la tenía. bastante lograba con flotar.

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