domingo, 20 de diciembre de 2009

Al lotero de Sort no lo prohíben


Antonio Burgos en ABC

COMO en Cataluña van a prohibir los toros y todo lo que huela a España, me pregunto qué va a pasar con Xavier Gabriel, el lotero leridano de Sort, quien en su administración de La Bruja de Oro es la nueva Doña Manolita en el tópico de la suerte nacional, pero vendiendo por Internet. Me extraña que Serrat no haya sacado ya al lotero de Sort en una canción, como Rafael de León puso a Doña Manolita en el «Quince mil» famoso de La Piquer. Antes eran de Doña Manolita y ahora, del lotero de Sort. Que no protesten los del referéndum separatista de la prima Montse: el «a quién le vendo la suerte, mañana sale y está premiado» ha pasado del centralismo de la Gran Vía madrileña al nacionalismo del Pirineo leridano.
Hasta autobuses tipo Imserso llegan a Sort para que los jubilados compren décimos y más decimos en la lotería prodigiosa. Décimos que restriegan por do más pecado había (o sea, por el ya me entiendes, por el mismísimo chupapiera) a una escultura lígnea de la mentada Bruja de Oro que allí tienen, al modo que en los pueblos pasan a los recién nacidos por el manto de la Patrona. Supongo que los promotores catalanes de la abolición de la Fiesta en cuanto Nacional tendrán ya en su hoja de ruta (que rima con lo que son) el cierre inmediato de La Bruja de Oro, inadmisible símbolo españolista de mierda que hay que prohibir. Que en Lérida se venda tantísima Lotería que se llama Nacional refiriéndose a España y no a Cataluña es una provocación inaceptable. O por lo menos una incoherencia. Es un milagro que los camisas negras de la Ezquerra no hayan fomentado ya en Cataluña la existencia de objetores de Lotería Nacional y anden recogiendo firmas para abolirla. Cómo será de contradictoria la cuestión, que le siguen diciendo Lotería Nacional, y no la cursilería de «Lotería del Estado Español», que es lo que les pegaría. Esta España que se quiebra como la tiniebla de mi soledad apenas existe en la unidad de destino en lo universal del Cortinglés, o en el volverán banderas victoriosas al paso alegre de La Roja, o cuando los niños de San Ildefonso cantan los premios de la Lotería Nacional. Los que convocan en sus pueblos consultas referendarias para separarse de España hocican ante los nacionales y centralistas bombos de la Lotería cada 22 de diciembre. Cuando los niños de San Ildefonso cantan la suerte no les organizan una pitada, ni Laporta reparte cinco mil millones de silbatos, y eso que su cantinela es como una Marcha Real de todos, con el estribillo de los mil euros.
Si aquí hubiera un poco de coherencia, en Cataluña prohibirían, tras los toros, todo lo que oliese a España. De momento el Cortinglés de Plaza de Cataluña, cerrado. Y después, clausura inmediata de todas las administraciones de Lotería Nacional. Empezando por La Bruja de Oro de Sort. Por españolistas. Pero, claro, entonces no irían las peregrinaciones de jubilatas a dejarse la paguita en Lérida. Creeré en la verdad de las aspiraciones separatistas catalanas el día en que en esa región no sólo no se juegue un euro de Lotería Nacional, sino que sean cerradas todas las administraciones. Y cuando les toque algo, aunque sea una pedrea, lo devuelvan y digan que Madrid se meta los millones por el culo. No caerá esa breva. Cuando toca el gordo en La Bruja de Oro, como siempre, ningún leridano rechaza un solo cochino euro de Madrid. Si le tocase a Carod, seguro que no rehusaba cobrar los millones de la España represora de las libertades catalanas.
No se lo digan a nadie, pero en Cataluña prohíben los toros por no prohibir la Lotería, especialmente la de Sort, que es mucho más Nacional que la Fiesta. La Lotería Nacional es de la poquita España común que nos va quedando. Lo saben. Pero como el lotero de Sort se embolsica ahora el dinero de media España como antaño Doña Manolita, la pela es la pela, Yordi, y al pulpo, ni reñirle

1 comentario:

  1. ¡Sinvergüenza! Soy catalán, catalanista como usted es españolista, porque su tierra es España y la mía, Catalunya además de España (indudable e inevitablemente, porque un rey así lo quiso hace casi 300 años y dos otros reyes lo dispusieron ya antes de 1492). Soy defensor de los toros porque en mi pueblo existe corrida desde 1309, cuando éramos Reino de Catalunya y Aragón. Estoy en contra de la prohibición porque gusta a muchos catalanes. Me encanta la lotería porque es ilusión y, un poco de coherencia, el dinero no es de Madrid, es de toda España. Si a un catalán le toca, es porque ha comprado y, por lo tanto, es dinero tanto suyo como el que usted juegue. Y deje de meterse con La Bruixa d'Or porque es un empresario catalán que ha creado esa marca desde nada, como Ferretería Ortiz en Madrid (por decir algo). Si una mujer no se siente querida por su marido, o viceversa, lo lógico es que quiera separarse. Por eso existe el independentismo. Que España nos trate con respeto (o sea, diferente que usted), y España será una, diversa, políglota, libre, grande pero de pequeños detalles.

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