domingo, 30 de agosto de 2009
sábado, 29 de agosto de 2009
viernes, 28 de agosto de 2009
jueves, 27 de agosto de 2009
miércoles, 26 de agosto de 2009
¿Quién teme a Carod-Rovira?
José María Carrascal en ABC
TIEMBLA el gobierno ante la posibilidad de que se desplome su andamiaje de bambalinas; amenazan los socialistas catalanes con irse al monte; ruge ERC como el león de la Metro; advierte CiU de muy graves consecuencias; la escena política española, en fin, se agita ante la inminencia de un terremoto que puede dejar pequeñas la crisis económica y la gripe A. Todo, porque el Tribunal Constitucional parece haberse decidido a cumplir con su deber, defender la Constitución, en vez de dejarse llevar por los cabestros políticos o los criterios ideológicos que le han inmovilizado durante tres años, ante el caso más crucial que se le ha presentado en su nada gloriosa historia.
Que el nuevo Estatuto catalán rebosa anticonstitucionalidad por los cuatro costados lo ven incluso quienes lo defienden, los nacionalistas, que lo consideran «un pacto Cataluña-España» y una base para «construir Cataluña como nación», algo que no cabe de manera alguna en la Constitución española ni en ninguna otra. Después de tres años de vacilaciones, el Tribunal Constitucional parece dispuesto a decir esta verdad en una sentencia. Provocando con ello el escándalo de los que contaban con su cobardía para perpetrar el mayor ataque al Estado y a la nación española en tiempos de paz y democracia. Claman que ese Estatuto fue refrendado por los parlamentos catalán y español, y aprobado por un referéndum en Cataluña. Olvidan, a sabiendas, que las decisiones de los parlamentos están también sujetas a la norma constitucional y que el «pueblo catalán» no tiene soberanía de por sí, sino sólo como parte del pueblo español, único poseedor de la misma. Y como son los primeros en saber que sus argumentos son falsos, amenazan con todo tipo de movilizaciones y represalias.
¿Qué va a pasar? Pues no va a pasar absolutamente nada. Los nacionalistas catalanes -como el resto de los nacionalistas- no quieren separarse de España. Quieren sacarle lo más posible. ¿Ustedes creen que Carod Rovira viviría mejor en una Cataluña independiente que como Vicepresidente de la Generalitat que es hoy? ¿Hay alguien que imagine que la industria catalana marcharía mejor sin el mercado español que con él? ¿Es cuerdo pensar que el Barça sería el equipo que es si jugase en una liga con el Manresa, el Girona y el Sabadell, en vez de en otra con el Madrid, el Valencia y el Sevilla? ¿Hasta tal punto nos hemos creído la interesada copla de los nacionalistas? Así que ningún miedo por ese lado.
Lo único que falta por saber es si el Tribunal Constitucional se decide finalmente a cumplir con su deber, porque va a ser sometido a todo tipo de presiones para que no lo haga. No sólo por parte de los nacionalistas, sino también del propio gobierno Zapatero, que ve llegarle las letras que tan alegre como irresponsablemente giró en su día ¿Recuerdan aquel «¡Pascual, te daré lo que pidas!»? Pues de aquellos polvos vienen estos lodos.
lunes, 24 de agosto de 2009
El Estatut es sagrado
César Alonso de los Ríos en ABC
SI consideran anticonstitucional el Estatut, que cambien la Constitución. Este es el espíritu de la manifestación del 11. Un aviso al «resto». La versión callejera del Pacto del Tinell.
Para catalanistas y separatistas el Estatuto ha sido la expresión del Parlamento catalán refrendada por el «pueblo» de Cataluña en relación con el trato que se le debe a la lengua «propia», el reconocimiento de la conciencia nacional y el pacto con el Estado en términos de bilateralidad. Las discusiones de los miembros del Tribunal Constitucional durante tres años han sido maniobras personales y partidarias. Por ejemplo, a Pascual Sala y a Manuel Aragón no les gustaría terminar su vida profesional abrumados por la vergüenza de haber colaborado en la desintegración total de España. Que es lo que han hecho, voten lo que voten.
¿Estamos ante el final del proceso que comenzó con la redacción de la Constitución de 1978?
Desde luego para los catalanistas, aunque ni siquiera estos podrían descartar que el triunfo del Estatuto no sea la antesala de la independencia claramente definida como tal. Quiero decir que aún en esta situación sigue manteniéndose la distinción clásica entre catalanistas e independentistas y que todavía ese distingo sigue permitiendo que avancen estos hacia la soberanía plena son la oposición radical de los primeros. Porque esta división de actitudes todavía seguirá dándoles juego a unos y a otros en relación con cuestiones históricas, simbólicas, deportivas... y siempre en la perspectiva de la Unión Europea: la vía hacia un Kosovo indoloro «civilizado», con liga de futbol a ser posible y a vivir que son dos días. Como corresponde a una sociedad marcada por tres guerras civiles que ve en la «desintegración» de España no una ruptura y un trauma, sino un modo inteligente de garantizar la paz
domingo, 23 de agosto de 2009
sábado, 22 de agosto de 2009
sábado, 15 de agosto de 2009
viernes, 14 de agosto de 2009
El veraneo de ETA
Fernando Savater en El País.
No recuerdo ahora si esta anécdota se la he contado ya a los lectores (puede ser la amnesia producida por fumar porros, imagínense a estas alturas, tantos años...). Trata de un amigo que dio una charla en Buenos Aires, el tema es lo de menos. Después del acto, una atildada señora porteña de mediana edad se le acercó, la mar de efusiva. Que si la alegría de recibir a alguien que venía de la Madre Patria, que cuantas ganas tenía de volver allá. "Porque yo soy etarra, ¿sabe usted?". Mi amigo se sobresaltó un poco: así que etarra... Y la señora, tan ufana: "¡De pura cepa! Y mi marido es etarra también". Caramba, también el marido, se inquietó mi amigo. "Claro, etarra por los cuatro costados... ¡Como sus padres y abuelos!". Una prosapia terrorista tan antigua ya no parecía de recibo. Poco después, mi amigo comprendió que para la buena señora "etarra" era una antonomasia pintoresca que equivalía a "vasco".
Afortunadamente, hace ya mucho que entre nosotros "etarra" no equivale a "vasco", ni mucho menos a "buen vasco". Y últimamente hasta vamos consiguiendo que "vasco" no sea sinónimo de "justificador de etarras o contemporizador con ellos". Yo espero ver el día en que hasta los nacionalistas vascos más acendrados pierdan cualquier ambigüedad o componenda al respecto. Sin embargo, aún quedan otros malentendidos semejantes circulando, no diré que tan grotescos como el de la dama argentina antes mencionada pero también bastante dañinos, incluso más peligrosos porque son menos evidentes. Los recientes atentados de la campaña veraniega de ETA han vuelto a sacarlos a la luz.
Uno de ellos, y grave, es el de la proclamada "debilidad" de la banda terrorista. Que ETA es hoy muchísimo más débil políticamente que hace 15 ó 20 años es algo felizmente indudable. Incluso me atrevo a suponer que ya nunca volverá a tener el peso político que antaño usurpó y que llegó a ser de primer rango en el País Vasco, cuando logró ejercer la segunda dictadura militar que padecimos después de la franquista. La larga lucha de los movimientos cívicos y los políticos constitucionalistas más consecuentes, jalonada por tantas víctimas y tanta incomprensión oportunista, no ha sido en vano. Hoy ya pocos dudan de que impedir que en el Parlamento o en los ayuntamientos se sienten juntos quienes se atienen a los procedimientos democráticos y los que pretenden utilizarlos para reforzar la lucha armada no es ilegalizar ideas sino negarse a institucionalizar la complicidad por hipocresía o estupidez. En Europa, la sentencia de Estrasburgo a este respecto ha corregido afortunadamente la confusión nefasta que se produjo en el Parlamento de la Unión tras una iniciativa del Gobierno español que más vale olvidar. Hay motivos para confiar en que la actual alternativa de cambio en Euskadi remachará los clavos del ataúd político de ETA.
Pero que la banda asesina esté políticamente débil no quiere decir ni mucho menos que haya perdido su capacidad destructiva, extorsionadora y criminal. Por ello resulta equívoco mencionar su "debilidad" cuando comete un atentado, porque puede llamar a engaño a la ciudadanía sobre la "debilidad" a que nos referimos, como en el asombroso titular que pudimos leer en este mismo diario: "Una ETA más debilitada que nunca asesina al inspector Puelles". ¡Hombre, por favor! Parece una broma, como decir que encontramos a Mike Tyson debilucho porque flojea cuando se le hacen preguntas sobre Kant. Con su medio siglo recién cumplido, ETA aún conserva recursos operativos más que temibles, gracias a la Viagra que le procuran quienes pagan impunemente su impuesto de terror y que le permiten adquirir lo último en tecnología punta del exterminio. Y también por su habilidad para aprovechar cualquier fallo en la seguridad de los amenazados y de quienes tienen el honroso deber de protegerlos. ETA no ahorra en gastos para matar, como en cambio a veces otros regatean en el alto precio de la seguridad, que vale tanto para cualquier ciudadano como para la Guardia Civil y demás defensores profesionales del orden democrático.
miércoles, 12 de agosto de 2009
domingo, 9 de agosto de 2009
domingo, 2 de agosto de 2009
Tautologías
Jon Juaristi en ABC
EN El Correo del pasado viernes, Joseba Arregi plantea una interesante
serie de preguntas que deja sin respuesta o, mejor dicho, con una
tautología que obliga a seguir preguntando. ¿Por qué ETA no
desapareció con la transición a la democracia? Porque la sociedad
vasca, o una parte muy significativa de la sociedad vasca, ha
derrochado tolerancia y comprensión con los terroristas. La cuestión
que habría que formular a continuación es, obviamente, a qué se ha
debido tanta comprensión. Con todo, las preguntas de Arregi son muy
pertinentes, y sus respuestas tautológicas, nada vanas, porque, al
menos, impiden desviarse por los vericuetos estúpidos que tanto gustan
a los nacionalistas, como aquellos de la opresión nacional, cultural,
lingüística y majaderías similares. Arregi plantea sus preguntas con
rigor y valentía, y, desde luego, una de ellas encubre la respuesta
del millón. Quien sabe preguntar, responde preguntando, y es lo que
Arregi consigue -una respuesta redonda- al preguntar qué hace el PNV a
estas alturas reclamando una independencia nacional vasca como si
fuera un derecho natural perseguido y negado por España, y no, añado
yo por mi cuenta, una solemne gilipollez inventada a finales del siglo
XIX por un par de señoritos resentidos que nunca dieron un palo al
agua por no cansarse. Lo que hace el PNV es bastante evidente para
quien quiera verlo: seguir suministrando comprensión y coartadas
sentimentales a ETA. O, en otras palabras, facilitar la labor de los
corruptores de menores que reclutan nuevos terroristas para la banda.
Como bien dice Arregi, ya se ha hecho tarde para sostener que la
reivindicación de la independencia es inocente y no tiene conexión
alguna con el terrorismo. Cincuenta años y un millar de asesinados
demuestran lo contrario.
Hace ya muchos años, cuando los ciudadanos muertos a manos ETA no iban
ni por la mitad, propuse otra tautología: ETA mata porque en el País
Vasco hay mucho asesino suelto. Es cierto que las tautologías son
preguntas redundantes, preguntas disfrazadas de respuesta, pero, al
suscitar nuevas preguntas, van iluminando a los que de verdad quieren
enterarse de lo que se juegan en la respuesta y evitan mirar con
fijeza paranoica el dedo que señala la luna. Una tautología como la
última mencionada plantea una cuestión tan marginal al devaneo
ideológico como las sensatísimas preguntas del artículo de Arregi:
¿por qué el País Vasco ha producido tanto asesino en estos cincuenta
años? La Audiencia Nacional ha condenado muy recientemente a un
anciano dirigente nacionalista, padre y tío de etarras, por negar la
condición de asesinos de los asesinos de ETA. No discuto la sentencia,
pero me temo que es lo que piensa todavía hoy la mayoría de los
nacionalistas vascos, aunque no se atrevan a decirlo. Que matar por la
independencia de Euskadi, Euskal Herria o como quiera que llamen al
delirio de Sabino Arana, no es asesinar, sino matar en legítima
defensa de la patria oprimida. Si se les preguntase en qué se
manifiesta tal opresión, algunos aducirían ciertas paridas
coyunturales, como, por ejemplo, que el PSE y el PP vascos,
teledirigidos desde Madrid, han echado al PNV del gobierno autónomo
(obviando el insignificante detalle de que esa ha sido la voluntad
democrática de la mayoría de los vascos), pero todos aludirían a la
existencia, en las cárceles españolas, de un montón de presos vascos
que, al parecer, no merecen lo que les pasa. O sea, que Euskadi está
oprimida porque hay gente que mata por Euskadi. Típica tautología de
pederasta: sabiendo cómo soy, no me pongan delante niños ni guardias
civiles.
sábado, 1 de agosto de 2009
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