viernes, 13 de febrero de 2009

En Sierra Mágina, cerca de Arroyovil'

Un artículo de Arcadi Espada en El Mundo.


El ministro Bermejo acusa al Partido Popular de interpretar en clave de Berlanga (La escopeta nacional) su cacería con el juez Garzón. Podría estarles agradecido. Mucho peor habría sido interpretarlo en clave de Saura. En el año 1965 se estrenó La caza, con el fenomenal Luis Cuadrado al blanco y negro, y los fenomenales Prada, Merlo, Mayo y Gutiérrez Caba al cañón de la escopeta. En aquella película tremenda las metáforas están aún en carne viva, muy lejos de la inexorable edulcoración de la desopilante farsa berlanguiana. «La mejor caza es la caza del hombre», creo recordar que sentencia Mayo. Y así describe Eduardo Robredo en su blog de cine político otro momento cumbre de la película: «En una cueva sellada con una vieja portezuela, Juan descubre a Luis un «muerto de la guerra»; evidente símbolo del encierro de la memoria (de los vencidos) y del desprecio por su recuerdo («¡Que quemen esa cueva!»). La cacería es un territorio simbólico muy exuberante, asociado frecuentemente con la testosterona y, por extensión, con el poder. Al fin y al cabo, el correlato de las imágenes de Bermejo y Garzón cazando es aquella otra imagen liminar de las ministras, echadas sobre las pieles en el sofá que Vogue plantó en La Moncloa. En cuanto al paisaje concreto de la cacería de Jaén la simbología no deja de crecer. El ministro y el juez cazaron en un lieu de mémoire marcadamente franquista: en la hermosa Sierra Mágina, a dos pasos de la finca de Arroyovil donde el Generalísimo solía pasar las noches del fin de año tras desmochar algunos cornudos durante el día.

Pero, naturalmente, esas analogías cinematográficas, deportivas o paisajísticas son marginales. Caso distinto es el de la chulería, muy definitoria de los subsecretarios de la época. Y caso distinto es, definitivamente, el desdén por las formas y la marca de impunidad. La cuestión principal no es si el ministro y el juez hablaron de los ciervos o del Partido Popular, ni cualquier otro proceso de intenciones asociado. La cuestión es algo más profunda y algo más cínica. Los ciudadanos saben perfectamente lo que hace el poder de espaldas y a oscuras. Pero la exhibición frontal y a la luz del día de su conducta es una afrenta perfectamente impropia de cualquier régimen democrático. Aunque comprendería que les cueste entenderlo a estos dos cazadores. Se trata de ese tipo de hombres, caracterizados por la arrogancia y la superioridad moral, a los que no detiene Plutarco: «Somos tan honrados que ni nos molestamos en aparentarlo.»

miércoles, 11 de febrero de 2009

jueves, 5 de febrero de 2009

La comunicación política en España.




Mucho cable y poco mensaje.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Touriño, el derrochón.


Noticia publicada en periodistadigistal.com


Y sigue el goteo de gastos suntuarios y a un ritmo que está convirtiendo el derroche en diluvio. Las reformas de lujo en las salas de juntas en la sede oficial de la Xunta de Galicia no se limitan al mobiliario o a la decoración de interiores. El nuevo pavimento encargado por el gobierno de Emilio Pérez Touriño supone cerca de 130.000 euros y en lo que el bipartito denomina eufeísticamente "nuevas tecnologías", hay una partida de 1,1 millones de euros.

Subraya José Luis Jiménez en ABC que es epecialmente significativo es el caso de la Sala del Consejo, donde el Ejecutivo de Touriño se reúne por espacio de tres horas una sola vez por semana.

El suelo de esta dependencia costará, por sí solo, 406,44 euros el metro cuadrado. Según el proyecto constructivo, la compra de los materiales se eleva a 113.803 euros.

Acorde con las sillas «Oxford»
Lógicamente, no se trata de un suelo vulgar, ya que podría desentonar con las sillas de diseño «modelo Oxford» (2.269 euros la unidad) o el ventanal que se oscurece con un mando a distancia (170.212 euros). El presidente gallego y sus consejeros pisarán un pavimento de vidrio Luxraff «de alta resistencia a rayadas y manchas», como se detalla en la propia web de la empresa.

Para mayor belleza ornamental, este pavimento se colocará sobre «tablero hidrófugo sobre bastidores perimetrales y trasversales de madera de pino, todo ello apoyado sobre una estructura de acero galvanizado elevado del suelo y anclado a éste», tal y como indica el proyecto de la Xunta.

Como ya ha venido desvelando ABC desde el pasado lunes, la Sala del Consejo contará con su ventanal con vistas a un elegante jardín con estanque (46.545 euros), mesa elíptica de reuniones (26.284 euros) y las ya famosas sillas de diseño danés, las cuáles han costado al erario público en total 43.111 euros.

El elevado coste de este exclusivo pavimento contrasta con otras ofertas existentes en el mercado y que también son adecuadas para entornos institucionales y permiten medidas de ahorro energético, como la gama de suelos de madera.

El parquet de primeras marcas oscila entre los 10 y los 20 euros el metro cuadrado, mientras que la tarima flotante no supera los 30 euros en cualquier establecimiento del sector.

Otras calidades
No todo el complejo en reformas disfrutará de estos acabados. El proyecto constructivo que desarrolla Ferrovial para esta parte de la planta sótano del Pazo de San Caetano también incluye zonas con «pavimento de madera de eucalipto» a 88,57 euros el metro cuadrado (7.174 euros en total), otras áreas con «solado de hormigón gris» y «granito rosa de Porriño» (72,74 y 52,22 euros el metro cuadrado, respectivamente) y otra más vulgar, de «pavimento industrial de hormigón pulido», que no llega a 10 euros por metro cuadrado. En total, los ya referidos 129.398 euros en suelos para un área que la propia Xunta ha cifrado en 490 metros cuadrados.

El resto de capítulos de gasto arrojan que el segundo capítulo más costoso será el de tabiquería y acabados, de primeras calidades, y que rondarán el medio millón de euros (495.000, exactamente). La electricidad y la climatización gravarán la factura en 183.773 y 109.003 euros, respectivamente.

El apartado más caro de las obras es el de la implantación de las nuevas tecnologías en las dos salas de reuniones y la nueva sala de prensa, que asciende a 1,1 millones de euros. Esto supone el 41,13% de los cuatro millones de euros que costarán las reformas en su conjunto.

Así, se dotará a los puestos de las salas de reuniones de múltiples líneas de conexión telefónica y accesos a internet, así como de equipos informáticos para presentaciones, inexistentes hasta ahora. Esta ha sido una de los argumentos de la Xunta para justificar estas millonarias obras.

Por dependencias, la introducción de sistemas informáticos en la Sala del Consejo costará 361.435,55 euros; para la sala anexa destinada a los secretarios generales, 288.499 euros; la nueva sala de prensa, 370.499,39 euros. Y el pasillo, 25.274 euros.

LA "AUSTERIDAD" DEL BIPARTITO GALLEGO ES UNA COÑA MARINERA

4 millones
3.928.432 euros para ser exactos, los que ha invertido en remodelar dos salas de juntas y una sala de prensa, así como varias pequeñas dependencias anexas.

2,2 millones
Para redecorar su despacho y el área de Presidencia, alrededor de 560 metros cuadrados que han costado, en proporción, la mitad que las tres salas de reuniones.

480.000
Lo que costó su cuarto coche blindado oficial, un A-8 150.000 euros más caro que el Cadillac Stagecoach de Obama, pero sin el sinfín de medidas de seguridad del automóvil del primer mandatario del mundo.

20.2 millones
El gasto en asesores de la Xunta, dos millones más que el anterior presidente Fraga. En total, la actual administración cuenta con 228 personas para estas tareas. El PP acusa a Touriño y Quintana de tener tantos asesores como Lula.

martes, 3 de febrero de 2009

Los Fachas y Cuba


Un artículo del diputado de C´s, José Domingo.



A finales de 1991, en pleno período especial, fui viajero en Cuba. Durante mi estancia, visité la Habana y transité por Trinidad, Cárdenas, Matanzas, Varadero y otras poblaciones. Allí contacté con fervientes castristas de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y con viejos revolucionarios de Sierra Maestra que echaban pestes de Fidel; descubrí a jóvenes que adoraban el Régimen y a otros que lo odiaban sin límite; presencié discursos del “timonel” de horas y horas dirigidos a pioneros (niños) que firmes y aburridos gritaban “Patria o muerte”; vi al populista en todos los sitios, televisión, vallas, paredes… y descubrí entre cuchicheos a opositores; admiré la imaginación de los cubanos para los arreglos de coches desvencijados y compré en “diplotiendas” (tiendas para turistas) batidoras y menajes de cocina para mamás que lo solicitaban; se me ofrecieron jineteras y jineteros; entré en librerías de pensamiento único y leí el único diario que también era de discurso único; comí en restaurantes populares el limitado menú y comprobé lo poco que daba de sí la cartilla de racionamiento. En todos los lugares, observé espías y población espiada y detecté que el miedo acallaba las voces en la calle y se filtraba por las escaleras en las comunidades de vecinos. Hablé poco y me hablaron mucho. Llegué revolucionario, volví anticastrista y sigo pendiente de Cuba, tan querida por mí.

Por circunstancias personales no he podido ir a la concentración a favor de la libertad de Cuba que se ha celebrado frente al Consulado del Paseo de Gracia de Barcelona. Con agrado hubiera acudido.

La dictadura en Cuba no comenzó el 1 de enero de 1959, en aquella fecha sólo transmutó sus genes, pasó de Fulgencio Batista a Castro. Me enerva especialmente que tanto comunistas como derechistas norteamericanos tomen a los cubanos como rehenes ideológicos y que el modelo económico colectivizado condene a la penuria a miles de cubanos especialmente preparados y que el embargo impuesto por los Estados Unidos refuerce las carencias y sirva de coartada represora a los paranoicos dirigentes cubanos.

De haber acudido con Ciutadans al Consulado del Paseo de Gracia de Barcelona a pedir “aire democrático” para los cubanos, el senador español, Joan Josep Nuet, me hubiera arrinconado con los “fachas”. Para él, destacado dirigente de EUiA que no quiere el cambio en Cuba, reclamar los derechos humanos, la libertad de expresión, de empresa, el pluralismo político, el libre ejercicio de la orientación sexual y la libertad religiosa es cosa de fachas. No sé si la calificación la hace por ignorancia o maldad, pero es seguro que la hace equivocándose, porque “facha” es aquel de ideología política reaccionaria, es decir, quien está en contra de las innovaciones. Ha enfocado mal, en este caso los reaccionarios, los fachas, se encuentran en nuestro peculiar “CDR” (“el nostre”), integrado por los que no quieren reformas para Cuba